Aún sigue con nosotros una de las estaciones del año más agradables para saborear un refrescante postre. El verano invita a comer muchas frutas y si lo hacemos a través de recetas de postres faciles, mucho mejor. Por ello, os traemos un pastel de naranja que os hará pasar una dulce y deliciosa tarde.

En esta ocasión tenía visita en casa durante la tarde del sábado, y pensé en preparar un plato rápido, sano y que apeteciera con un buen té frío. Tenía varias naranjas en el frutero y tenía que aprovecharlas.

Preparación del pastel de naranja

Así que me puse manos a la obra e hice este refrescante pastel o torta de naranja. Los ingredientes que vamos a necesitar para una torta de unas 8 o 10 raciones serán: 250 gramos de harina de trigo, una cucharadita de levadura, 150 gramos de mantequilla (a temperatura ambiente), 75 gramos de azúcar, un sobre de azúcar avainillada, un huevo,sal, 75 gramos de maicena, 600 ml de zumo de naranja, 400 gramos de nata para montar y 125 gramos de azúcar.

En primer lugar debemos preparar bien el recipiente que utilizaremos, primero untándole un poco de mantequilla y después enharinándolo para que resulte más fácil desmoldar el pastel.

Para la conocida masa quebrada vamos a echar en un bol los ingredientes uno a uno y amasaremos con nuestras propias manos. Añadiremos a la harina: la levadura, la mantequilla, el azúcar normal y el azúcar avainillada, el huevo y la sal. Vamos mezclando poco a poco hasta conseguir una masa homogénea. Tras amasarla bien podemos ayudarnos sobre la mesa y un rodillo para estirarla bien y colocarla en el molde.

Añadimos el molde con la masa en el horno, que ha sido precalentado a unos 200 grados, durante 20 minutos. Al acabar podemos dejarla en su interior con la puerta del horno abierta para que se temple junto a la rejilla del horno y así no habrá cambios bruscos de temperatura que pueden hacer que se rompa el pastel.

Mientras hacemos la mezcla para la masa del pastel en un bol echaremos la maicena con 8 cucharadas de zumo de naranja. A parte en un cazo herviremos el zumo restante con la nata, el azúcar y la ralladura de naranja. Cuando empiece a hervir lo apartamos y añadimos la maicena que teníamos preparada.

Con esta crema recubriremos el fondo del molde y dejaremos templar en un lugar fresco para que se consolide a temperatura ambiente. Para su decoración podemos utilizar finas rodajas de naranja que podemos previamente bañar en azúcar para que estén más dulces. Y añadirle un poco de mermelada de naranja que habremos reducido un poco en un cazo y la habremos añadido al pastel con una brocha.

Como podéis ver es un pastel muy fácil de hacer y que te lo quitarán de las manos en cuanto lo prueben.